04 septiembre, 2011

EQUIPO EUROPA #1: El Comienzo - pt3

Juan Toledo, multimillonario, perfecto play boy hasta en lo inmaculado de sus puños de camisa, sonrió desde la pantalla. "Si esas son todas sus preguntas, entonces, los dejo en compañía de sus iguales... para que decidan si formarán parte del glorioso futuro que le espera al Equipo Europa." Y la pantalla volvió al logo que decoraba las otras paredes.
"Bueno," se levantó Thor, "antes de que realmente decidan si quieren quedarse con Reactor y conmigo, podríamos hacer una visita guiada, ¿verdad?" Los presentes, algunos con más ánimo que otros, asintieron... y a Billy hasta se le escapó un ansioso "si!" por lo bajo.
El nórdico científico se acercó a la pantalla y le ordenó, "mapa táctico," ante lo cual esta mostró una esquemática 3D de la isla. "Contaba con una edificación para comenzar; 3 subsuelos, 2 plantas superiores... instalaciones de dormitorio, esta sala de reunión y otra en el segundo subsuelo, un hangar y un helipuerto. No porque ahora lo necesitemos," sonrió.
"Cuando Juan me contrató le dije que necesitaría mucho para refaccionarla como él quería... pero puedo decir que es casi como me imaginé que sería. Además de mejoras edilicias de rigor, contamos ahora con un sistema de defensa totalmente automático; una inteligencia central que puede controlar la base entera a nuestras órdenes, y hasta un nodo de comunicación a través de los satélites de defensa de la UE... a través del comunicador que ya han recibido."
"Esta lata?" preguntó el Cardenal, desconfiando de tanta cháchara tecnológica.
"Exacto," respondió Thor tomándola de sus manos. "En el momento que la tocaron, esta -lata- se ajustó a su ADN. Nadie más podrá usarla, nunca. Funciona como transmisor-receptor de datos, localizador, monitorea sus signos vitales y avisa a la base si encuentra un estado de alerta. Además, está hecha de la misma aleación que mi armadura Tyasiana, es prácticamente indestructible."
"Y ahora, si me siguen..."

La base era increíble. Todo nuevo, y automático. Incluso los sistemas de residuos y limpieza, y el transporte interno a través de extraños ascensores sin piso, donde uno parecía flotar de un piso a otro. Sin embargo, Saturno notó que, aunque dijeran que la base poseía 3 subsuelos, tanto los ascensores como las escaleras no permitían acceder al último. Al preguntar por esto, Reactor le respondió, "En el último subsuelo se guardan los... trofeos de batalla, podemos decirlo. Artefactos incautados a villanos por el Equipo Europa en el pasado, muy peligrosos como para dejarlos en las áreas habitables. Si deciden unirse a nosotros, tendrán acceso para observarlos."
El hangar parecía una escena sacada de las más reciente superproducción hollywoodense de ciencia-ficción. Un híbrido de nave espacial, con avión, con vaya uno a saber qué, espera simplemente una orden para elevarse por el cielo y llevarlos a cualquier lado del planeta que quisieran, a velocidades insospechadas para la aeronáutica terrestre. Thor explicó que en realidad se trataba de restos de varias naves extraterrestres que había rescatado de la órbita de la Tierra; en general considerados basura espacial si uno no sabía que buscar... pero él sí lo sabía. Por supuesto, ya la había bautizado "Rasputín," y es que tenía una debilidad por aquel personaje que tantos intentos de asesinato había resistido.
"Esta es la sala de reunión inferior," contó Reactor al entrar a una sala rectangular, mucho menos sofisticada en apariencia que la sala desde donde se habían comunicado con Toledo, pero completa sin duda también. "Thor y yo los dejaremos solos para que discutan si desean quedarse, o no. Recuerden que, incluso si no pueden hacerlo a tiempo completo, Europa necesita toda la ayuda posible para combatir el mal que nos rodea."

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Alejandra tenía un dilema moral. Le parecía que aceptar la oferta de Toledo sería "venderse" a alguien de dudosa reputación como era ese magnate, que como bien había destacado el sacerdote producía armas que caían en poder de terroristas todo el tiempo. Además no creía del todo el cuentito altruista que les habían planteado. Por otro lado, respetaba muchísimo a Mr. Miracle, y además no le vendría mal desentenderse de los problemas económicos y poder dedicarse a hacer las dos cosas que más le importaban. Decidió averiguar un poco más sobre las otras personas que estaban en la sala, antes de tomar una decisión, y escuchar otras opiniones, para formarse un panorama completo. Sin dar muchas vueltas, se acercó al joven retraído, con pinta de científico, y le preguntó como se llamaba.
Bill vió a Alejandra acercándose y la esperó mirándola con cara de superado, intentando comportarse como quien merece estar ahí. Ante la pregunta de su nombre, mientras observaba el techo, respondió: ”Me llamo Bill, Bill Schukowsky.” Y cuando Alejandra le preguntó que lo llevó a ese lugar dio la mejor definición que había escuchado esa semana:
“Vengo a probarme que puedo servir más que mi otro yo.” Luego la mujer preguntó sobre que opinaba del "EE" ante lo cual Bill respondió:
“Cito a un personaje ficticio que podría equipararse a cualquier filósofo contemporáneo de renombre, cito a The Sphinx: We are number one. All others are number two, or lower."
Alejandra escuchó con atención a Bill, mientras trataba de imaginar que clase de persona era. Todo lo que dejaba traslucir era su introspección.

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El cardenal se encontraba un poco atontado y a la vez maravillado ante tantos aparatos tecnológicos, sin embargo le resultaba un tanto ostentoso todo aquello. Las respuestas de Toledo no habían aclarado grandes cosas, y el por qué de esta invención no se habían clarificado tampoco, un deje de desconfianza crecía en el interior del servidor de Dios. *Si mi amado Señor me ha traído hasta este sitio es porque necesita a uno de sus fieles siervos para controlar este lugar y si tengo que purificar todo el lugar en un torbellino de llamas divinas, así será*
El recorrido aun no había finalizado por lo que Augusto aprovecho para observar a sus futuros compañeros, ninguno de ellos parecía tener aspiraciones religiosas, a pesar de ello tampoco encerraban maldad en su alma *solamente están un poco descarriados* pensó el cardenal *nada que no se pueda solucionar* al retirarse Thor y Reactor un salmo del evangelio de San Lucas vino a la mente del sacerdote comprendiendo su significado lo recito en voz baja y firme "Por lo que Juan hizo a todos esta declaración: Yo los bautizo con agua, pero ya viene el que es más poderoso que yo, al que no soy digno de soltarle los cordones de su zapato; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en la mano la pala para limpiar el trigo en su era y recogerlo después en su granero. Pero la paja, la quemará en el fuego que no se apaga" la decisión había sido tomada por una fuerza superior al propio Augusto, un mensaje divino había llegado a su mente, se acerco lentamente al resto de los metahumanos allí presentes, sus futuros compañeros y con voz suave envuelta en una gran fuerza producto de cientos de misa en la parroquia, dijo "hermanos, mi amadísimo señor me ha traído hasta este lugar junto a todos ustedes, no se cual será su decisión final, pero presiento que el Santo Padre los guiara como hizo con este humilde servidor, mis intenciones son formar parte del nuevo Equipo Europa" *al menos para poder controlarlo de cerca* al terminar de hablar el cardenal continuo jugueteando con el crucifijo que llevaba en su cintura esperando la respuesta del resto. "Que Dios bendiga su elección y a este grupo tan desigual" dijo para finalizar.
Al observar a los demás integrantes, Augusto pudo reconocer en su interior miedo, angustia y dolor, cosas que pueden llevar a una persona a cometer el mal. Pero mucho más importante, también pudo percibir mucha esperanza, mucha más que en casi cualquier persona que hubiera conocido... y eso puede llevar a una persona a la más grande de las proezas.
La excepción, tal vez, era Reactor. El gigante parecía responder a dos ideas distintas: altruismo y sacrificio por un lado; desconfianza y oportunismo por el otro. Esto no quería decir que fuera malo ni mucho menos, sino que tal vez dos personalidades competían en su interior.
Hacía mucho que Alejandra no iba a misa pero no le gustó en el tono en que se dirigió a ellos. Hablaba como si fuese su padre, cuando tan solo le llevaría unos años. *Este tipo me parece que la va a joder*, pensó. *Bueno, mientras no intente evangelizarnos, que sea todo lo condescendiente que quiera*. Sin embargo, tomó su decisión. *Me uniré al equipo por ahora. Total, siempre hay tiempo para salirse*.
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*Bien, estos tíos están bien locos... como me imaginaba* Runa se paró y acompañó en silencio durante la visita guiada, maravillándose de las cosas que observaba. Nunca antes había estado en un lugar así, y tenía la sensación de que tendría que aprender muchas si se quedaba en ese lugar. *¿Quedarme? ¡¡Por supuesto que me voy a quedar!!*. La mujer se dirigió al pequeño asustado y se pusieron a hablar. Aquel chico era el que más intrigaba a Runa, no tenía idea de que podría hacer...
El sacerdote se acerco y empezó con su delirio diario. Runa abrió la boca como para contestarle, pero inmediatamente la cerró. *No quiero empezar una de esas discusiones interminables mientras sea el primer día que estoy aquí* Dio media vuelta y, dirigiéndose al pasillo, le preguntó al mecánico antes de que este saliera del cuarto:
"Y... como era que te llamabas?" "De donde eres?"
"Mi nombre es Thor Akersson, y soy de Noruega...”
"Como es que terminaste aquí?"
"Bueno, supongo que soy un experto en tecnología... además de un modesto superhéroe. El sr. Toledo me contrató para reconstruir y equipar la base, y luego me ofreció quedarme... y acepté."
"Que sabes de Toledo?"
"Que parece una buena persona, a pesar de todo. Por lo demás, me he manejado siempre a través de Reactor; pareciera ser su vocero en este grupo. No me entiendas mal, creo que es una gran persona este grandulón pero a veces parece demasiado "amigo" de Toledo, si entiendes lo que quiero decir."
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Interrumpiendo las conversaciones que se habían establecido, Reactor entró en la habitación, haciéndola pequeña con su mole.
"Muchachos y muchacha," dijo guiñándole un ojo a Alejandra, "me temo que deben tomar una decisión que ya no pueden posponer. Tal vez sea un buen momento para pensar..." pero las palabras que siguieron quedaron sofocadas ante una sirena que, como un silbido poderoso e intermitente, se escuchó en la habitación.
"Táctico!" exclamó Thor mientras se acercaba a la pantalla principal. Ante él se desplegó un mapa de la base, con zonas destellando en rojo. "Alerta de intruso. Atravesó los pisos superiores y está en la bóveda ahora... todo en 1,2 segundos."
"O se teleporta, o es muuuy rápido," dijo Billy haciendo público lo que todos pensaban.
"Tenemos cámaras?" preguntó Alejandra. Con solo un toque en la pantalla Thor habilitó otra pantalla, donde se veía un pasillo y una puerta, de apariencia impenetrable. Luego el interior de una sala oscura, llena de vitrinas y cajas de embalaje.
"Ahí no hay nada..." empezó Reactor, pero Saturno lo interrumpió: "Ahí... cerca de esa túnica dorada..."
Y ante el dedo señalador pudieron ver simplemente una sombra, deslizándose.
"Bien," dijo Thor mientras pulsaba botones invisibles en las gruesas muñequeras metálicas que usaba, "voy a bajar." Y mientras terminaba de pronunciar esas palabras, de las muñequeras, la base de su cuello y la cintura se extendieron gruesas fibras que se formaron en una armadura a su alrededor.

Continuará...

Tercera entrega del Equipo Europa. Ya, por fin, nos acercamos a la acción! De ahora en más, todo será un remolino de actividad. Creo que en dos o tres publicaciones más el primer número estará completo, lo que me da pie para poder introducir las biografías de los personajes que aquí participan.
Hasta la próxima!

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