El cardenal se encontraba un poco atontado y a la vez maravillado ante tantos aparatos tecnológicos, sin embargo le resultaba un tanto ostentoso todo aquello. Las respuestas de Toledo no habían aclarado grandes cosas, y el por qué de esta invención no se habían clarificado tampoco, un deje de desconfianza crecía en el interior del servidor de Dios. *Si mi amado Señor me ha traído hasta este sitio es porque necesita a uno de sus fieles siervos para controlar este lugar y si tengo que purificar todo el lugar en un torbellino de llamas divinas, así será*
El recorrido aun no había finalizado por lo que Augusto aprovecho para observar a sus futuros compañeros, ninguno de ellos parecía tener aspiraciones religiosas, a pesar de ello tampoco encerraban maldad en su alma *solamente están un poco descarriados* pensó el cardenal *nada que no se pueda solucionar* al retirarse Thor y Reactor un salmo del evangelio de San Lucas vino a la mente del sacerdote comprendiendo su significado lo recito en voz baja y firme "Por lo que Juan hizo a todos esta declaración: Yo los bautizo con agua, pero ya viene el que es más poderoso que yo, al que no soy digno de soltarle los cordones de su zapato; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en la mano la pala para limpiar el trigo en su era y recogerlo después en su granero. Pero la paja, la quemará en el fuego que no se apaga" la decisión había sido tomada por una fuerza superior al propio Augusto, un mensaje divino había llegado a su mente, se acerco lentamente al resto de los metahumanos allí presentes, sus futuros compañeros y con voz suave envuelta en una gran fuerza producto de cientos de misa en la parroquia, dijo "hermanos, mi amadísimo señor me ha traído hasta este lugar junto a todos ustedes, no se cual será su decisión final, pero presiento que el Santo Padre los guiara como hizo con este humilde servidor, mis intenciones son formar parte del nuevo Equipo Europa" *al menos para poder controlarlo de cerca* al terminar de hablar el cardenal continuo jugueteando con el crucifijo que llevaba en su cintura esperando la respuesta del resto. "Que Dios bendiga su elección y a este grupo tan desigual" dijo para finalizar.
Al observar a los demás integrantes, Augusto pudo reconocer en su interior miedo, angustia y dolor, cosas que pueden llevar a una persona a cometer el mal. Pero mucho más importante, también pudo percibir mucha esperanza, mucha más que en casi cualquier persona que hubiera conocido... y eso puede llevar a una persona a la más grande de las proezas.
La excepción, tal vez, era Reactor. El gigante parecía responder a dos ideas distintas: altruismo y sacrificio por un lado; desconfianza y oportunismo por el otro. Esto no quería decir que fuera malo ni mucho menos, sino que tal vez dos personalidades competían en su interior.
Hacía mucho que Alejandra no iba a misa pero no le gustó en el tono en que se dirigió a ellos. Hablaba como si fuese su padre, cuando tan solo le llevaría unos años. *Este tipo me parece que la va a joder*, pensó. *Bueno, mientras no intente evangelizarnos, que sea todo lo condescendiente que quiera*. Sin embargo, tomó su decisión. *Me uniré al equipo por ahora. Total, siempre hay tiempo para salirse*.
*Bien, estos tíos están bien locos... como me imaginaba* Runa se paró y acompañó en silencio durante la visita guiada, maravillándose de las cosas que observaba. Nunca antes había estado en un lugar así, y tenía la sensación de que tendría que aprender muchas si se quedaba en ese lugar. *¿Quedarme? ¡¡Por supuesto que me voy a quedar!!*. La mujer se dirigió al pequeño asustado y se pusieron a hablar. Aquel chico era el que más intrigaba a Runa, no tenía idea de que podría hacer...
El sacerdote se acerco y empezó con su delirio diario. Runa abrió la boca como para contestarle, pero inmediatamente la cerró. *No quiero empezar una de esas discusiones interminables mientras sea el primer día que estoy aquí* Dio media vuelta y, dirigiéndose al pasillo, le preguntó al mecánico antes de que este saliera del cuarto:
"Y... como era que te llamabas?" "De donde eres?"
"Mi nombre es Thor Akersson, y soy de Noruega...”
"Como es que terminaste aquí?"
"Bueno, supongo que soy un experto en tecnología... además de un modesto superhéroe. El sr. Toledo me contrató para reconstruir y equipar la base, y luego me ofreció quedarme... y acepté."
"Que sabes de Toledo?"
"Que parece una buena persona, a pesar de todo. Por lo demás, me he manejado siempre a través de Reactor; pareciera ser su vocero en este grupo. No me entiendas mal, creo que es una gran persona este grandulón pero a veces parece demasiado "amigo" de Toledo, si entiendes lo que quiero decir."
Interrumpiendo las conversaciones que se habían establecido, Reactor entró en la habitación, haciéndola pequeña con su mole.
"Muchachos y muchacha," dijo guiñándole un ojo a Alejandra, "me temo que deben tomar una decisión que ya no pueden posponer. Tal vez sea un buen momento para pensar..." pero las palabras que siguieron quedaron sofocadas ante una sirena que, como un silbido poderoso e intermitente, se escuchó en la habitación.
"Táctico!" exclamó Thor mientras se acercaba a la pantalla principal. Ante él se desplegó un mapa de la base, con zonas destellando en rojo. "Alerta de intruso. Atravesó los pisos superiores y está en la bóveda ahora... todo en 1,2 segundos."
"O se teleporta, o es muuuy rápido," dijo Billy haciendo público lo que todos pensaban.
"Tenemos cámaras?" preguntó Alejandra. Con solo un toque en la pantalla Thor habilitó otra pantalla, donde se veía un pasillo y una puerta, de apariencia impenetrable. Luego el interior de una sala oscura, llena de vitrinas y cajas de embalaje.
"Ahí no hay nada..." empezó Reactor, pero Saturno lo interrumpió: "Ahí... cerca de esa túnica dorada..."
Y ante el dedo señalador pudieron ver simplemente una sombra, deslizándose.
"Bien," dijo Thor mientras pulsaba botones invisibles en las gruesas muñequeras metálicas que usaba, "voy a bajar." Y mientras terminaba de pronunciar esas palabras, de las muñequeras, la base de su cuello y la cintura se extendieron gruesas fibras que se formaron en una armadura a su alrededor.
Tercera entrega del Equipo Europa. Ya, por fin, nos acercamos a la acción! De ahora en más, todo será un remolino de actividad. Creo que en dos o tres publicaciones más el primer número estará completo, lo que me da pie para poder introducir las biografías de los personajes que aquí participan.
Hasta la próxima!