Ante esto Alejandra estudió las pantallas detenidamente durante un segundo, y sin mediar gesto ni palabra, se desvaneció en el aire.
Augusto se tomó un instante en observar nuevamente los monitores en busca del intruso, pero al no detectar nada nuevo salió tras Thor. 2 horas dentro de la base y ya tenemos una falla de seguridad pensó el Cardenal, mientras reconstruía en su mente la distribución de la base tratando de trazar el camino de huida que usaría el intruso.
Al escuchar la alarma Runa pensó esto me suena a simulacro, no puede ser que ya tengamos un intruso! De cualquier manera, sabía que había que hacer algo. Junto con Thor y el Cardenal se encaminaron hacia el ascensor, bajando rápidamente hacia el último piso, la bóveda.
Saturno anunció "yo permaneceré aquí monitoreando al intruso." Mientras, en su cabeza intentaba adivinar la posición de tan secreto piso, que no habían tenido posibilidad de visitar y en la pantalla táctica solo estaba delineado.
The Crusher, que hasta ese momento no había reaccionado porque la cerveza de la noche anterior estaba haciendo efecto sobre él, salió de su transe resakistiko cuando sonaron las alarmas. Rápidamente miró a Reactor mientras flexionaba los músculos. Al fin algo de acción. Esto me esta gustando, me parece que me voy a quedar un tiempo por acá...
Reactor se miró con Crusher, y comprendió que más gente en el subsuelo solo conseguirían entorpecerse. "Por acá," le dijo, y lo guió escaleras arriba, en sentido opuesto al que había tomado el resto del grupo.
Billi, acercándose a las pantallas y juntando enojo de su frustración al no poder salir a patear traseros, buscó un micrófono. Al tomarlo descubrió que con él podía comunicarse con todos los demás, y también con cada lugar de la base. La bóveda, sin embargo, estaba aislada del equipo electrónico del resto de la base.
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Sol Negro, una sombra apenas destacándose contra las sombras de las bóvedas del Equipo Europa, giró la cabeza lentamente; izquierda, derecha. Algo había llamado su atención, tal vez un ruido imperceptible para cualquier oído humano, una vibración en el aire, una sensación...
De repente un reflejo en el aire a su espalda, una imagen desdibujada como por efecto del calor, solidificándose en un cuerpo, un puño, y un golpe en su espalda, que lo mandó trastabillando hacia delante un par de pasos. De un salto estaba frente a su adversario, piernas abiertas en posición de balance, brazos levantados para golpear.
Ficker, sin esperar a la reacción del intruso, recorrió con la vista la estancia, buscando algún objeto contundente para usar de arma, ya que en el primer ataque la había favorecido la sorpresa . Pero no conocía el potencial de su rival. Mientras posaba su vista alrededor rápidamente, le gritó "¿Quién sos y por qué entrás como un ladrón?"
El atacante, sin perder un segundo, empujó una estantería sobre ella. En un abrir y cerrar de ojos Flicker desapareció de la vista, para aparecer sobre él e intentar hacerle una toma inmovilizante rodeando el cuello y torso de Sol Negro. Sin embargo, este se liberó contorsionando su cuerpo; y alejándose de un salto para ocultarse tras una enorme caja de madera.
Flicker se detuvo un segundo, asombrada. En sus manos había quedado la capucha del ladrón, y la espesa melena negra y la aguzada cara que atisbó antes de que se ocultara no dejaban dudas: Sol Negro, el famoso ladrón, era una mujer!
Aunque un tanto confusa por la revelación, Flicker dejó las conjeturas para más tarde. No podía permitir que aquella intrusa, por demás hostil, huyera. Observando a su alrededor, y sin perder de vista a su oponente, decidió transportarse a un mueble cercano a la otra mujer, y saltarle encima, para ver si esta vez podía capturarla. ¿Por qué tardan tanto los demás? pensó mientras se disponía a atacar.
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Tanto Sol Negro como Flicker giraron rápidamente sus cabezas al abrirse con un chillido una puerta metálica en un costado de la habitación. En ella, delineados por la luz exterior y atisbando hacia el oscuro interior, estaban Thor, Runa y el Cardenal.
"Detente!" Gritó Mr. Miracle mientras avanzaba amenazador hacia el ladrón. Esta, sin dar tiempo a reacción, se desvaneció en la impenetrable oscuridad que de repente llenó el cuarto.
La oscuridad de la bóveda impidió una acción inmediata del Cardenal, quien demoró unos segundos en darse cuenta de lo que ocurría. Figlio di pu$!na!!, ¿a dónde se ha ido?* pensó el cardenal mientras escuchaba a Reactor proclamar que la única forma de salir era por la superficie ¿Esto no tiene salidas de emergencia? Espero que tenga un buen sistema contra incendios.
Augusto corrió hacia el exterior, todavía no se encontraba familiarizado con la base pero recordaba perfectamente como llegar a la salida, los años en la milicia habían servido de algo Nunca entres a un lugar del que no sabes como salir* le había dicho uno de sus oficiales. Gracias Sargento!
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Al ver que el ladrón se escapaba, Flicker giró en redondo, enfrentando a sus compañeros y gritó: "es Sol Negro!". Acto seguido se dirigió a Thor y le dijo "me voy a la sala común, abra un canal de diálogo así me explica como usar el dispositivo de rastreo de personas en la base". Acto seguido agregó "alguien viene conmigo?"
Runa estaba completamente confundido. *Realmente hace falta algún líder, si todos hacemos lo que nos parece no estoy seguro de que la cosa acabe bien* pensó. El intruso se desvaneció en cuestión de segundo, el Cardenal salió disparado fuera de la habitación. *¿Hacia adónde va?* Runa estaba seguro de que se perdería en las instalaciones si hacía lo mismo. Inmediatamente después, Flicker preguntó quien la acompañaba a lo que Runa contestó: -Yo te sigo- Si sabe adónde queda el lugar de mandos quizás desde ahí podamos hacer algo
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Saturno mantuvo contacto visual con el intruso hasta que Flicker tuvo su enfrentamiento con el. En cuestión de segundos algo en lo oscuro de su mente le recordó la identidad del individuo encapuchado y vestido de negro. Sol negro!, como olvidar a ese cretino. Durante años de trabajar para Interpol nunca había podido tener en sus manos a este criminal que era famoso en el mundo del espionaje por infiltrar cualquier fortaleza sin importar cuan defendida estuviera. Con aun más sorpresa Saturno exclamo: "es una mujer!" al ver que Flicker arranco su capucha. Saturno ya estaba familiarizado con las maniobras de Sol negro para escapar. Pese a que no conocía con exactitud la explicación racional (todos los poderes metahumanos tenían una explicación racional) de los poderes de ella, sabia que la oscuridad era la base de su imperceptibilidad.
Al ver la pantalla en frente de si mismo y estudiarla en cuestión de segundos, se acerco al micrófono que estaba en el panel de control y exclamó: "Táctico enciende todas las luces del complejo y comienza a hacer circular aire por todos los ductos de ventilación" Si la raíz de sus poderes eran las sombras, le iba a ser mas dificultoso encontrar una a lo largo de los amplios y vacíos corredores de la base con la luces encendidas. Si las sombras que acababan de llenar la habitación que la ocultaron de la pantalla era humo generado por la misma, quizás la ventilación y dispersión del humo le dificultarían el trabajo.
La computadora respondió, iluminando brillantemente todos los rincones de la base; excepto la bóveda. Al mismo tiempo, el sistema de ventilación desató una fuerte brisa por los pasillos. Thor, en la entrada de la bóveda, encendió una linterna desde su guantelete y dijo "Voy a entrar a ver si se llevó algo. Estén alertas, puede estar en cualquier lado."
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Reactor salió como un misil de la base, seguido de Crusher que aterrizó de un salto sobre una plataforma, agrietando el suelo. "Perdón", dijo en grandote cuando Reactor aterrizó a su lado. Reactor desestimó el asunto con un gesto, y le dijo "La única forma de salir del complejo es por la superficie... y si tiene cómplices, deberán estar por aquí..."
"Ahí!!!!!" gritó Crusher mientras se abalanzaba sobre un revoltijo de harapos que cubrían una figura humana. Lo levantó en seco, y lo increpó "quién eres?"
El cucarachón movió ligeramente los pies mientras colgaba de los brazos de un hombre que más parecía una montaña de músculos. El cansancio y el hambre hacían que apenas notara que estaba en el aire. Con un esfuerzo observo la cara del individuo que lo sujetaba y noto por primera vez que vestía una máscara. *Espero que no me aplaste* pensó mientras intentaba recordar como había llegado a esa isla.
***Días atrás, luego de interminables persecuciones había decidido nuevamente acabar con su existencia. Como en el pasado esto le había resultado particularmente difícil, decidió usar la ayuda del mar, y sin pensarlo demasiado, se lanzo al agua y comenzó a nadar en dirección opuesta a la orilla. Luego de dos días sin embargo, un pensamiento creció dentro suyo. "Aun no es el fin" se dijo, y vio a lo lejos algo que podría ser tierra firme.***
Lentamente, con el brazo izquierdo, cucarachón se acomodó la capucha tratando de cubrir su cara lo mejor posible. *Si tiene algo para comer mejor que no salga corriendo* pensó. Y en una voz un tanto rasposa por la falta de liquido exclamó "solo un vagabundo perdido, no me lastimes, tengo mucha hambre. No me lastimen." Se corrigió luego de ver por primera vez a la segunda mole que bien podría ser hermano del que lo sujetaba.
Crusher aflojó ahora si al conjunto de harapos, totalmente conmovido. "Algo de comer? Claro, pero primero tenemos que atrapar a un intruso, esto es una especie de base de operaciones de superhéroes y se metió alguien" de repente, la gran mole se dio cuenta que el intruso podría estar actuando... "Como es tu nombre?" dijo alerta, aunque todavía confiando "A mi me podes llamar Crusher".
El Cucarachón sintió el suelo nuevamente. Pero el cansancio era demasiado, y decidió sentarse para recuperar un poco de energía. Desde esa posición, Crusher parecía aun más grande. "No tengo nombre, muchos me dicen monstruo, pero no me gusta mucho. Llamame como quieras." *¿Base de operaciones? ¿Superhéroes?* El Cucarachón se tomo un segundo para observar boquiabierto a un individuo que se alejó volando con un palo en llamas blancas. "¿Alguien se metió sin que lo invitaran? ¿Cómo yo? Capaz que también tiene hambre. Este lugar es extraño, yo te espero acá." Y sin otra palabra, el Cucarachón se acostó y cerro los ojos.
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Billy había salido cautelosamente detrás de Reactor y Crusher, hacia el prado que rodeaba la base. Observó el extraño ser que estaba reposando en el piso y se acercó a él. Parecía uno de los seres Wuakianos del capítulo de Star Trek en que Spock recuerdaba su pasado cuando descubrió el acné juvenil. "Increíble! " dijo Billy mientras buscaba alguna especie de objeto largo para tocar al ser sin llegar a contagiarse alguna enfermedad interestelar.
La Cucaracha escuchó atentamente mientras su compañía se alejaba. Al abrir los ojos notó que el cielo se había oscurecido ligeramente. El aire del invierno comenzaba a enfriarse, y pronto anochecería completamente en la pequeña isla mediterránea. La gran cúpula de metal y vidrio de la `base de superhéroes' destellaba ligeramente con los últimos rayos del sol. Manteniéndose boca abajo, para cubrir su rostro, la Cuca miro a su alrededor. Las dos moles se habían alejado. Uno furioso, el otro contento, *un lugar muy particular este*.
Detrás suyo, un joven de contextura pequeña buscaba intensamente algo por el suelo a su alrededor. Tratando de sorprenderlo, se sentó y en tono amigable exclamo: "Hola, tenés algo para comer? Tengo mucha hambre."
Bill retrocedió inmediatamente (gracias a sus super-reflejos nerd) y aún con cara de susto no pudo coordinar ni siquiera dos palabras para contestarle a la criatura interplanetaria que tenía frente suyo. Quería decirle que no lo coma, que venía en son de paz representando a Terra. Pero no pudo. Sólo balbuceaba. Luego de un rato, y enfocándose en la filosofía de autocontrol de Yoda y en las sabias palabras que recitaría Spock, pudo decir: "Saludos ser de las galaxias! Mi planeta honra a los recién llegados que vienen sin hambre... de humanos. Si me intentás comer mi otro yo me defenderá. Os lo advierto, oh viajante cósmico."
La cuca se sorprendió tanto como el joven, si bien no lo demostró tanto. *¿Ser de las galaxias? ¿Comer humanos? ¿Mi otro yo?* Este individuo no estaba bien de la cabeza para nada. Y sin embargo, casi nadie antes lo había reconocido como un ser distinto tan rápidamente. Nunca vestido y cuando intentaba ocultarlo. Notando que sus guantes se habían perdido en el mar, y la piel oscura y brillante de sus manos estaba expuesta, estiro las mangas de su campera para ocultarlas. A las dos moles de músculos obviamente se les habían escapado.
Luego de pensarlo un segundo, el Cucarachón se puso de pie e imitando la formalidad del joven contestó. "Saludos humano, me siento honrado de estar aquí y jamás intentaría comerte o a ningún otro humano, pero tengo mucha hambre. Te pido por favor que me des algo de alimento."
"Mmm... bien ser interplanetario te acompañaré hacia lo que los terrícolas llamamos "cocina" para que puedas alimentarte. A cambio te pido que me cuentes del espacio, la frontera infinita."
Billy acompañó al ser alienígena hacia la cocina intentando completar y corroborar todas sus teorías sobre el espacio.
*Ser interplanetario... definitivamente mejor que monstruo.* La Cuca no quería hacer enojar al joven, pero, pero dudaba que fuera tan tonto como parecía. "Bueno, te sigo," le dijo al joven. "¿Como te llamás?" Le pregunto intentando ganar unos momentos. "Algunas de las cosas que sé no puedo contarlas, hay códigos." Le contó lo que había visto en distintos programas desde afuera de negocios de electrónicos. Y como no quería mentirle totalmente, cuando se le acabaron las ideas, comenzó a contarle de su infancia en Europa del Este, sin mencionar que era Terra.
Al llegar a la amplia y moderna cocina de la `base de superhéroes', la Cuca se paralizo por un instante, había un olor muy particular, *olor a limpio*, y a primer vista de algo comestible se lanzó sobre una fuente de frutas sobre la mesada y comenzó a devorar.
Continuará
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